SEPTIEMBRE DE
2016 nunca podré olvidarte… Gracias por darme tanta emoción, tantos momentos,
fuiste simplemente IMPRESIONANTE.
El día 2
tenía ya las maletas cerradas llenas de toda la ropa nueva del Equipo
Paralímpico Español lista para estrenar y bien arreglada por la abuela de una
amiga pues todo me quedaba largo y ancho pero también de la más grande de las
ilusiones. Llevaba mucho tiempo esperando cumplir ese sueño y había trabajado
tanto para llegar que viajé a Río dispuesta a disfrutar de cada instante y a
tratar de hacer allí la mejor carrera de mi vida. El día 3 madrugué mucho, con
el coche a tope (dos maletas, mochila, el tándem y la caja de cartón con la
bici individual para hacer rodillo) mis padres me llevaron al aeropuerto. No me
gusta nada viajar en avión pero esa mañana todo me daba igual. En Madrid me
encontré con mi guía Mabel, con Rakel Mateo compañera de la Selección de
Paratri y demás componentes del equipo español… El vuelo largo lo pasé jugando al Tetris
para no dormir y conseguir una más rápida adaptación al cambio horario hasta
que conseguí tras 8h a 1 cm de la pequeña pantalla batir todos los
records del Ranking del juego del avión y terminar con un importante dolor de
ojos… Aterrizamos en Río de Janeiro y a partir de ese momento fue cuando empecé
a creerme que todo aquello era de verdad.
Las
acreditaciones, los autobuses con los colores de los juegos, llegar a la Villa
y encontrar nuestro apartamento que compartimos con Pepi y Bea las chicas de tándem
de ciclismo, ver aquel impresionante comedor donde había todo tipo de comidas,
el ir y venir de deportistas y entrenadores con sus equipaciones de diferentes
colores… Era una ciudad donde se respiraba puro deporte.
Vinieron
luego los primeros entrenamientos en la piscina de 50m y diez calles que llegamos
a tener sólo para nosotras… Imaginaros lo que esto supone para alguien que cada
día entrena en una piscina pública de 25m y bastante saturada de gente… Las
salidas en bici que eran toda una aventura y bastante peligrosas con coches que pasaban delandando a un palmo de nosotras y en ocasiones abriendo las ventianillas y gritando… Los cambios
de ritmo con Mabel corriendo alrededor de los edificios de la Villa, nuestras visitas a la tienda y a los diferentes puestos de la zona internacional... Y llegaron mi
querida familia a Río de Janeiro y el fan club al completo para vivir ellos también esta aventura.
La
inauguración… EMOCIONANTE, INDESCRIPTIBLE. La sensación de entrar al estadio de Maracaná lleno de gente donde sólo veía luces pero sentía inmensidad… No pude
aguantar sin emocionarme; no hay más que ver el vídeo de la ceremonia y
observar mi cara de felicidad. La música una maravilla, los colores de las
luces y el momento en el que se encendió la llama… Mis Juegos empezaban de
verdad.
Los días
pasaron y llegaron las familiarizaciones de los circuitos. Por fin me encontré
con mi entrenador Luis que no tenía acreditación y no podía acceder con
nosotras a ninguna localización… y supuso para mí una enorme dosis de
tranquilidad. El día antes de la carrera nos trasladamos a Copacabana en un
taxi donde logramos meternos las tres deportistas, una silla de ruedas, tres
maletas, unas muletas y un pack de 4 ruedas de bici… Me olvidé el IPhone en el
coche y logré recuperarlo...
Sorprendida
estoy aun de la tranquilidad y entereza con la que afronté el día antes de la
carrera y la competición en sí… y este es uno de los mayores logros que me
traje de vuelta de la ciudad carioca. En
el circuito tuvimos quizás todo menos suerte con una genial natación, las mejores
transiciones a pesar de la tensión y la muchísima luz que había, una buena
carrera a pie y un segmento de ciclismo donde rodamos muy por debajo de lo que
valemos… Justo el día D a la hora H las cosas no salieron como queríamos y lo
cierto es que al terminar estuve bastante disgustada. Es suficiente con ver mis palabras a Televisión Española justo al terminar la carrera en las que llorando con toda la tensión acumulada cuento a todo el mundo con total sinceridad lo que pasa por mí en esos momentos.
Pero sabía
más que nunca que para nada debía estar triste: había disfrutado del camino a
los JJPP, había dado todo lo que tenía en la carrera y lo había hecho rodeada
de mi familia y con la mejor guía que en Brasil pude tener. Hacía tan sólo unos
meses que para mí los Juegos apuntaban ser mi última gran competición y gracias
a esa persona volví a disfrutar del triatlón. A la larga cuando el tiempo pase
esto valdrá más que cualquier medalla.
Esa misma
tarde estábamos bañándonos en Copacabana y al día siguiente pude invitar a mi
hermana a la Villa, cosa que me hizo especial ilusión pues fue jugando con ella
a los Juegos Olímpicos en la terraza de casa con quien empezó a construirse mi
sueño olímpico. La última tarde la pasé durmiendo en el hotel donde se alojaba
mi familia y después pasando un buen rato con Elena y Mariana, dos niñas
albinas cariocas de 6 años que conocí en 2015 en el aeropuerto de Río.
El día 13
dejamos la Villa y nos fuimos al aeropuerto. Cuando subí al avión sabía que dejaba atrás un sueño cumplido y que, muy pronto, empezaría una nueva etapa muy
diferente pero que también aguardaba con ganas e ilusión.
A mi llegada
a Vigo me esperaba en el aeropuerto el presidente de la Federación Gallega a
quien siempre agradeceré su cariño en ese momento… Todo el mundo me felicitaba
por el 5º puesto y Diploma en los JJPP y yo sonreía dando las gracias… A la vez
pensaba que mi carrera en Brasil no era merecedora de felicitación alguna…
Afortunadamente no tenía más de 3 días para pensar pues el día 17 fue la boda de mi primo David y Leti. Mucha emoción y espero que el futuro más feliz por delante para ellos!!!
El 24 de
Septiembre corrí el MEDIO IRONMAN DESAFIO ISLAS CIES sin apenas entrenar las
dos semanas previas junto a Golo, Lou y Martín consiguiendo mi objetivo de
bajar de 5h aunque sufriendo muchísimo en los últimos 7 km de carrera a pie… y
al día siguiente me fui para Santiago. Lo mejor de esta prueba fue, sin lugar a dudas, el apoyo de toda la gente de mi ciudad que estaba alrededor del circuito-
Entonces
empecé mi etapa como residente de Medicina Física y Rehabilitación en el
Hospital Clínico. Respeto y muchas dudas tenía al principio… ahora que han ido
pasando las semanas no podría imaginarme ya en otro lugar. Sin adentrarme en
detalles, no es nada fácil pasar en un plazo de dos semanas de ser deportista
de élite y dormir en la Villa Olímpica a vivir tu día a día en una nueva
ciudad, conocer de golpe a un montón de gente, trabajar… en definitiva,
aterrizar en el mundo real. Es muy difícil, pero desde luego posible con tan
sólo dos cosas: ganas de hacer lo que te apasiona y tener al lado a muy buenas
personas.
¿Os acordáis del sombrero de Harry Potter que elige a los alumnos? Yo no necesité el sombrero pero sí ese "everything happens for a reason" que me hizo escoger Santiago.
Mucha gente
me pregunta si voy o no a seguir… La respuesta es que me levanto a las 6 am
para hacer las sesiones de rodillo y estoy tratando poco a poco de organizarme.
Quien sabe… A mí me gustaría mucho poder competir en TOKYO 2020. Pero antes…
toca trabajar mucho y no olvidarse nunca de disfrutarlo.
Cuando ahora miro hacia atrás ya no sólo veo la carrera de Río sino todo lo que hubo antes y después. Fue una experiencia genial.
Cuando ahora miro hacia atrás ya no sólo veo la carrera de Río sino todo lo que hubo antes y después. Fue una experiencia genial.
GRACIAS a mi entrenador, a mis guías, a mi familia, a mis amigos y a mis patrocinadores Hospital POVISA, Renault RODOSA Vigo, MaisQueAuga, Escola Rosalía de Castro, Concello de Vigo, Academia AMIR, Disseny Sport, Spiuk SportLine, Orca, Lacteos LORAN, SandsBeach Active Lanzarote, Squash Santiago, Chema Sport para 2017 por haberme apoyado en este camino. Toca ir a por más!!!!!!!
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